
La noche del 29 de febrero de 2025 quedará grabada en la memoria de Nia Correia como uno de los momentos más significativos de su carrera. La cantante canaria, conocida por su paso por Operación Triunfo 2020, se alzó con la prestigiosa Gaviota de Plata como Mejor Intérprete Internacional en el Festival de Viña del Mar, un logro que no solo reafirma su talento, sino que también marca un antes y un después en su trayectoria artística.
Con su interpretación de Caminito de Lamento, una salsa vibrante de su álbum debut Palo Santo, Nia cautivó tanto al público como al jurado. Sin embargo, su camino hacia la victoria no estuvo exento de desafíos. Durante una de las jornadas previas, la puntuación otorgada por los jueces fue recibida con abucheos por parte del público, un gesto inusual en el icónico anfiteatro de la Quinta Vergara. Este incidente, lejos de desanimarla, se convirtió en un punto de inflexión. «Fue entonces cuando sentí el verdadero apoyo y cariño del público. No me lo esperaba, pero me dio fuerzas para darlo todo en la final», confesó Nia en una entrevista posterior.
La actuación final de Nia fue un despliegue de fuerza vocal, carisma y ritmo que dejó a todos sin palabras. Vestida con un conjunto brillante de dos piezas adornado con cadenas plateadas, la cantante no solo brilló por su talento, sino también por su estilo audaz y moderno. «Este premio es para mi abuela, quien siempre creyó en mí y me inspiró a seguir este camino», declaró emocionada al recibir el galardón.
El triunfo de Nia en Viña del Mar no solo representa un reconocimiento a su talento, sino también una puerta abierta hacia el mercado latinoamericano. Con este logro, la artista consolida su posición como una de las voces más prometedoras de la música española y reafirma su compromiso con la salsa, un género que ha sabido hacer suyo.
A pesar del cansancio acumulado tras una intensa semana de competencia, Nia regresa a España con la satisfacción de haber conquistado uno de los escenarios más emblemáticos de Latinoamérica. Su historia en Viña del Mar es un recordatorio de que, incluso en los momentos más inciertos, el apoyo del público puede cambiarlo todo.