Durante más de tres décadas, Brad Pitt y Leonardo DiCaprio han sido figuras prominentes en el cine contemporáneo. Ambos emergieron en los años noventa como actores versátiles, combinando atractivo físico con destreza interpretativa, lo que los consolidó rápidamente como íconos de la industria.​

Caminos paralelos en Hollywood

La carrera de Brad Pitt despegó con fuerza en los noventa gracias a una serie de papeles que marcaron su identidad artística. En 1994 protagonizó Leyendas de pasión, de Edward Zwick, y Entrevista con el vampiro, de Neil Jordan, filmes que lo posicionaron como un actor versátil y taquillero. Luego llegarían títulos como 12 monos (1995), de Terry Gilliam, Seven (1995), dirigido por David Fincher, y El club de la lucha (1999), también bajo la dirección de Fincher, que le otorgaron una pátina de culto.

Leonardo DiCaprio, por su parte, saltó al estrellato global en 1997 con Titanic, de James Cameron, película que lo convirtió en un fenómeno de masas, abriéndole la puerta a colaboraciones de largo aliento con Martin Scorsese. Con el director neoyorquino protagonizó películas como Gangs of New York (2002), El aviador (2004) e Infiltrados (2006), cimentando una reputación de actor comprometido con proyectos exigentes y complejos.​

Rumores de enemistad

A pesar de sus trayectorias exitosas, durante años circularon rumores de enemistad entre Pitt y DiCaprio. Se especuló que una supuesta relación entre DiCaprio y Gwyneth Paltrow, ex pareja de Pitt, habría generado tensiones entre ambos actores. Aunque nunca se confirmó oficialmente, estos rumores contribuyeron a la percepción de una rivalidad.​

La colaboración que cambió todo

No fue sino hasta 2019 cuando Quentin Tarantino logró reunir a Pitt y DiCaprio en una misma producción. Había una vez en Hollywood es, entre otras cosas, un homenaje a la industria cinematográfica de finales de los años sesenta, pero también una plataforma para una de las duplas actorales más esperadas del cine reciente.

En la película, DiCaprio interpreta a Rick Dalton, un actor de televisión en decadencia, mientras que Pitt da vida a Cliff Booth, su doble de riesgo y asistente personal. La relación entre ambos personajes —cómplice, ambigua y entrañable— captó rápidamente la atención de la crítica y del público, que elogió la química de los intérpretes. La dinámica evocó a legendarias parejas del cine clásico, como la de Paul Newman y Robert Redford en los años setenta.

El éxito fue tan rotundo que, recientemente, el director David Fincher confirmó que está desarrollando una secuela centrada en el personaje de Cliff Booth, lo que refuerza el legado de esa colaboración inesperada.

Una amistad consolidada

Tras su colaboración en Había una vez en Hollywood, Pitt y DiCaprio han demostrado una amistad consolidada. Durante la temporada de premios de 2020, su camaradería fue evidente en múltiples eventos, donde compartieron bromas y elogios mutuos. Pitt, al recibir el Oscar a Mejor Actor de Reparto, dedicó palabras de admiración a DiCaprio, destacando su talento y profesionalismo.​

Además, se ha reportado que ambos actores comparten hobbies, como la escultura, y disfrutan de pasar tiempo juntos fuera del ámbito laboral, lo que refuerza la imagen de una relación cercana y sincera.​

Conclusión

La historia de Brad Pitt y Leonardo DiCaprio es un testimonio de cómo las percepciones pueden cambiar con el tiempo y las circunstancias. De ser considerados rivales, han pasado a ser una de las duplas más queridas y respetadas de Hollywood, demostrando que la colaboración y el respeto mutuo pueden superar cualquier rumor del pasado.