
La residencia de Brad Pitt situada en el prestigioso barrio de Los Feliz, en Los Ángeles, fue blanco de un robo el pasado 25 de junio alrededor de las 22:30 horas, según confirmaron fuentes oficiales. Tres individuos encapuchados escalaron la valla perimetral, forzaron un ventanal y entraron al inmueble, conocido como “la casa de acero” por su distintivo diseño arquitectónico. Una vez dentro, saquearon distintas áreas y sustrajeron objetos de valor, cuyas características y cuantía aún no han sido reveladas.
En el momento del incidente, Brad Pitt se encontraba en Londres promocionando su próxima película F1: The Movie, por lo que no estaba presente en la propiedad. Afortunadamente, no hubo personas en el hogar durante el asalto, por lo que no se registraron agresiones físicas. La policía de Los Ángeles inició de inmediato una investigación y busca a los tres sospechosos, hasta el momento sin identificar, quienes huyeron del lugar tras cometer el delito.
Este episodio se produce en un momento en que se observa un aumento de robos en casas de celebridades en Los Ángeles. En lo que va de 2025, el hogar de Nicole Kidman y Keith Urban ya fue saqueado el Día de San Valentín, mientras que Tom Hanks y Rita Wilson también fueron víctimas de robos en 2024. Algunos expertos creen que estos crímenes podrían estar vinculados a bandas organizadas que operan principalmente desde Sudamérica.
La vivienda, comprada por Pitt en abril de 2023 por aproximadamente 5.5 millones de dólares, cuenta con tres dormitorios, piscina y un elegante estilo moderno cerca del Observatorio Griffith. Tras el robo, se detectaron daños materiales y abandono de pertenencias, evidenciando que los intrusos revisaron distintas habitaciones en busca de objetos de alto valor.
Brad Pitt se mantiene comprometido con la promoción de F1: The Movie, cinta dirigida por Joseph Kosinski y producida por Jerry Bruckheimer y Lewis Hamilton, que se estrenará el 27 de junio con comentarios positivos de la crítica.
Este nuevo robo pone en alerta a las autoridades y a la comunidad local, que exige mayores medidas de seguridad en vecindarios de alto perfil. Mientras tanto, el actor no ha hecho declaraciones públicas, y sus representantes mantienen silencio. El caso está en manos de la LAPD, que sigue recabando pruebas, revisando cámaras de vigilancia y espera pronto identificar a los responsables.