
Brad Pitt, de 61 años, se sinceró profundamente durante una conversación con Dax Shepard en el podcast Armchair Expert, al relatar cómo atravesó uno de los momentos más oscuros de su vida en el proceso de divorcio con Angelina Jolie. El actor admitió que se encontraba “prácticamente de rodillas” cuando decidió asistir por primera vez a una reunión de Alcohólicos Anónimos (AA) en 2016, tras tocar fondo emocional y alejarse de sí mismo.
Pitt describió su experiencia inicial en AA como liberadora y profunda: un espacio donde hombres “compartían sus experiencias, errores, deseos, dolores y humor”, lo cual lo impactó y le dio permiso para abrirse totalmente por primera vez. A pesar de su timidez inicial, confesó que con el tiempo comenzó a esperar esas reuniones con ilusión, encontrando en ellas un camino hacia su recuperación.
El actor reconoció que su decisión de ingresar a AA fue un acto de desesperación y necesidad de reinicio personal. “Necesitaba resetearme, necesitaba despertarme en ciertos aspectos”, comentó. En su testimonio, destacó su firme disposición a asumir responsabilidades: dijo sentirse “bastante bueno reconociendo mis errores y enmendándolos, para asegurarme de que no se repitan” .
Paralelamente, Pitt comenzó terapia, que describió como otro pilar indispensable en su proceso de sanación. Comparó sus primeras sesiones con AA como un proceso “desesperado pero necesario”, que lo llevó a confrontar su pasado y encarar su vida con renovada honestidad.
Este testimonio se enmarca en el contexto de su divorcio con Angelina Jolie, que se hizo público en 2016 después de un altercado en un avión familiar. A pesar de las investigaciones policiales y del Departamento de Servicios Infantiles, no se presentaron cargos, y la separación se alargó hasta su resolución definitiva en 2024 tras acuerdos de custodia y patrimonio.
Hoy, Pitt mantiene una relación sentimental con Ines de Ramon y continúa su proceso de crecimiento personal. El actor destacó que lidiar con la atención pública ha sido “un fastidio constante”, pero afirma que se ha centrado en las terapias y en asumir su historia como parte de su transformación.
En resumen, Brad Pitt revela que su paso por Alcohólicos Anónimos y la terapia fueron fundamentales para levantar su vida “de rodillas”, recuperarse de una crisis profunda y construir una nueva versión de sí mismo, comprometida con la responsabilidad, el autocuidado y la autenticidad.
