El sol tailandés bañó la pasarela de la edición 2025 de Miss Universe, y las candidatas lo aprovecharon al máximo. En la ciudad de Pattaya, las 122 participantes se sumergieron en un auténtico desfile de confianza, curvas y estilo durante el momento más esperado: el desfile en traje de baño.

Las representantes latinoamericanas destacaron con luz propia. Desde la argentina Aldana Masset, quien desfiló con un bikini rosa aunque enfrentó algunos tropezones que supo disimular, hasta la boliviana Yessica Hausermann, que dominó la pasarela con seguridad, cada una dejó su sello personal. La cubana Lina Luaces apostó por un bikini guinda, la mexicana Fátima Bosch sorprendió con un traje completo de manga larga adornado con un collar rojo, y la peruana Karla Bacigalupo arrasó con un look rosa vibrante.

El entorno también aportó su magia: escaleras, espacios verdes y piscinas enmarcaron una puesta en escena dinámica y atractiva. A una semana de la final, este desfile se convirtió en un termómetro que midió presencia escénica y carácter, más allá del vestuario.

¿La clave de destacar? No solo el traje, sino cómo se lleva. En cada paso se mezclaron seguridad, gracia y mucha actitud. La pasarela terminó siendo algo más que un desfile de bikinis: fue una declaración de intenciones en la recta final hacia la corona.