El Vaticano y millones de seguidores en todo el mundo se encuentran en duelo tras el fallecimiento del Papa Francisco, quien partió a los 88 años, dejando un legado marcado por su humildad y compromiso con los más necesitados. Su muerte ocurrió en la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano, debido a un ictus cerebral que provocó un fallo cardíaco irreversible.
Últimos homenajes y el funeral papal
El cuerpo del pontífice ha sido colocado en capilla ardiente en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles han acudido para despedirlo. Las primeras imágenes de su féretro lo muestran vestido con una casulla roja y mitra blanca, sosteniendo un rosario entre sus manos, en un gesto de profundo respeto y devoción.
El miércoles a las 9:00 am, el féretro será trasladado desde la capilla de Santa Marta, su residencia, hasta la Basílica de San Pedro, donde permanecerá hasta el viernes. Las visitas estarán habilitadas en los siguientes horarios para que los fieles puedan rendirle homenaje:
- Miércoles: de 11:00 a 00:00
- Jueves: de 7:00 a 00:00
- Viernes: de 7:00 a 19:00
Desde el anuncio de su fallecimiento, el flujo de peregrinos, turistas y devotos ha aumentado significativamente en la Plaza de San Pedro, reflejando la profunda emoción de quienes desean rendir tributo a su legado.
El funeral será el sábado a las 10:00 am (hora local del Vaticano) en la Plaza de San Pedro, presidido por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re. En un acto que refleja la sencillez que caracterizó a Francisco, será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en lugar de la tradicional cripta papal.
Reacciones y el futuro de la Iglesia
Este martes, unos 60 cardenales se reunieron en la primera asamblea de purpurados, con el objetivo de preparar el cónclave para la elección del próximo pontífice, un proceso que podría iniciar el 6 de mayo.
Por su parte, líderes mundiales como Emmanuel Macron, Donald Trump y Giorgia Meloni, han expresado sus condolencias y han confirmado su asistencia al funeral.
El legado de Francisco permanece vivo en cada palabra y acción que dejó al mundo. Su despedida marca el fin de una era en la Iglesia Católica y el comienzo de un nuevo capítulo en el Vaticano.