Jennifer Aniston y la Met Gala: la elegancia que no necesita escaleras ni presión

Jennifer Aniston ha vuelto a acaparar titulares, no por un look, sino por su decisión de no asistir a la Met Gala, uno de los eventos más codiciados y mediáticos de la moda. En una conversación reciente con Glamour, la actriz de Friends revela las razones detrás de su abstención: la Met Gala, pese a su brillo, le genera ansiedad y carga emocional.

“Me abruma”, admite Aniston al describir el proceso previo a la fiesta: vestuario, maquillaje, peinado y la estricta etiqueta que rodea el evento. Su estilo personal, dice, se inclina hacia lo práctico y cómodo: jeans, sandalias y una camiseta de tirantes. “Soy una chica de jeans”, subraya, dejando claro que su esencia dista mucho del espectáculo que exige la gala.

La Met Gala, organizada por el Instituto del Vestuario del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, reúne cada año a alrededor de 450 figuras influyentes. Para muchos, es la cita más esperada del calendario fashion, pero para Aniston representa una presión innecesaria. “Sí, todos están ahí para celebrarse mutuamente, pero yo me pongo nerviosa”, confiesa, destacando la tensión que la rodea.

La actriz también aborda su incomodidad al posar ante las cámaras en las alfombras rojas. “No sé cómo posar, ni dónde mirar. Algunos estilistas dicen una cosa, otros dicen otra, y yo simplemente intento conectar con los fotógrafos sin sentirme ridícula”, relata. Y, ante la posibilidad de críticas, admite su miedo a la dinámica de altibajos que rodea a las celebridades: “hay quienes elevan y luego derriben, y eso no es bueno para nadie”.

Este gesto de Aniston es un recordatorio de que, incluso con carreras luminosas y millones de fans, la autenticidad y el bienestar personal pueden prevalecer sobre la presión de la exposición. Su ausencia no se lee como una protesta, sino como una decisión consciente para cuidar su salud mental y emocional. En un mundo que parece valorar el ruido, su elección sugiere que a veces el verdadero estilo reside en saber cuándo decir “no”.

Te podria interesar