Han pasado 28 años desde que Julianne Potter, interpretada por Julia Roberts, nos enseñó que el amor no siempre termina en altar. Hoy, esa historia que redefinió las comedias románticas de los noventa está lista para continuar. Sony Pictures ha confirmado oficialmente el desarrollo de la secuela de La boda de mi mejor amigo, y con ello, revive una de las tramas más queridas por generaciones.

La nueva entrega estará escrita por Celine Song, la guionista detrás de Past Lives y Materialistas, dos películas que han sido aclamadas por su sensibilidad emocional y profundidad narrativa. Aunque Song no dirigirá la cinta, su estilo introspectivo promete darle a esta secuela un tono más maduro, alejado de los clichés y más cercano a las complejidades del amor adulto.

Por ahora, no hay fecha de estreno ni elenco confirmado, pero tanto Julia Roberts como Dermot Mulroney han expresado públicamente su interés en retomar sus papeles como Julianne y Michael. Cameron Diaz y Rupert Everett, piezas clave del filme original, aún no han sido mencionados oficialmente, aunque su regreso sería esencial para recuperar la magia de 1997.

La película original, dirigida por P.J. Hogan y escrita por Ronald Bass, fue un éxito rotundo: recaudó cerca de 300 millones de dólares en taquilla y se convirtió en un clásico por su enfoque poco convencional. En lugar de un final feliz tradicional, mostró a una protagonista imperfecta que aprende a soltar, a aceptar el amor no correspondido y a valorar la amistad por encima del deseo.

La secuela, según fuentes cercanas al proyecto, podría explorar el paso del tiempo, las segundas oportunidades y los vínculos que nunca terminan de romperse del todo. ¿Qué fue de Julianne después de dejar ir a Michael? ¿Cómo ha evolucionado su vida? ¿Y qué ocurre cuando el pasado vuelve a tocar la puerta?

Con Celine Song al mando del guion y la posibilidad de ver a Julia Roberts nuevamente en pantalla como Julianne, esta nueva entrega promete ser más que una simple continuación: será una reflexión sobre lo que significa amar, perder y crecer. Y si algo nos enseñó la primera película, es que a veces, las historias más inolvidables no terminan con un “sí, acepto”, sino con un “te dejo ir”.