Katy Perry ha protagonizado un episodio inesperado lejos de los escenarios: una multa por grabar su videoclip “Lifetimes” en una zona protegida sin la autorización correspondiente. La multa, de 6.001 euros, se impuso a la productora responsable de la filmación tras una investigación impulsada por autoridades locales de Mallorca, que consideran la falta de permisos como una infracción grave.

El video fue filmado el pasado julio en el Parque Natural de Ses Salines, ubicado entre Ibiza y Formentera, reconocido por su biodiversidad y sus ecosistemas frágiles. En las imágenes difundidas, se puede ver a Katy Perry y a su equipo grabando sobre las dunas del islote de S’Espalmador, un espacio de alto valor ecológico y actualmente bajo protección estricta. Las autoridades subrayaron que no se detectaron daños ambientales irreversibles, por lo que la multa se limitó a lo administrativo y no escaló a sanciones mayores.

Un vistazo al entorno protegido: Este enclave natural forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO y alberga aves migratorias, flora endémica y zonas costeras únicas. Desde 1980, tanto Ses Illetes como S’Espalmador se encuentran bajo fuertes restricciones para conservar su equilibrio ecológico.

Aunque se trata de una figura pública, Katy Perry no fue multada directamente; la sanción recayó en la compañía de producción que, según las autoridades, no solicitó el permiso necesario ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, ni contó con la aprobación exigida por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) para filmaciones con fines comerciales o publicitarios.

Este caso abre el debate sobre la delgada línea entre la creatividad artística y la responsabilidad ambiental. Porque incluso una estrella del pop con alcance global no está exenta de cumplir con reglamentos diseñados para proteger los tesoros naturales. Y nadie puede quedarse exento de actuar con respeto y previsión… especialmente cuando se trata del planeta que todos compartimos.