Lo que parecía ser una noche tranquila en Studio City se convirtió en un episodio angustiante para Sandra Beth Levin, madre del productor musical Benny Blanco y suegra de Selena Gomez. El lunes por la noche, mientras se encontraba sola en su residencia, tres hombres encapuchados irrumpieron en su vivienda forzando una puerta corrediza de vidrio, desencadenando minutos de pánico, decisiones rápidas y un desenlace que, por fortuna, no dejó heridos.

Según el reporte policial, la irrupción ocurrió sin previo aviso. Los intrusos ingresaron directamente por la planta baja, rompiendo uno de los cerramientos principales que daba al patio. El sonido del vidrio estallando alertó de inmediato a Sandra, quien se encontraba en otra área de la casa. Consciente de que su seguridad estaba en riesgo, reaccionó con rapidez y se dirigió hacia el segundo piso, buscando un espacio donde pudiera protegerse y alertar a las autoridades.

Ya en la planta alta, la mujer se encerró en el baño de una de las habitaciones, asegurando la puerta con pestillo. La situación era tensa: podía escuchar los pasos de los intrusos moviéndose por los pasillos, abriendo cajones y revisando habitaciones. Desde el interior de ese pequeño espacio, marcó el 911 y explicó lo que estaba ocurriendo, mientras trataba de mantener la calma hasta la llegada de la policía.

Minutos después, al intentar escuchar si los ladrones seguían dentro, Sandra entreabrió la puerta y en ese momento fue vista por uno de los hombres. Paradójicamente, su presencia provocó que los intrusos se asustaran: en lugar de confrontarla, los tres huyeron apresuradamente de la casa, abandonando el lugar antes de que llegaran los agentes.

A pesar de que varias áreas de la vivienda fueron encontradas desordenadas por el paso de los ladrones, no se reportaron daños físicos a la víctima ni un inventario claro de objetos robados. La prioridad fue su seguridad personal, la cual —gracias a su reacción rápida— se mantuvo intacta.

La policía de Los Ángeles continúa investigando, ya que el caso forma parte de un incremento reciente de robos residenciales en zonas de alto perfil. La descripción de los sospechosos es limitada debido al uso de máscaras y ropa oscura.

Aunque ni Selena Gomez ni Benny Blanco han emitido declaraciones públicas, fuentes cercanas aseguran que ambos se encontraban profundamente conmocionados por la situación, especialmente al tratarse de un miembro directo de la familia.

El incidente también reabre el debate sobre la vulnerabilidad de las residencias privadas en Los Ángeles, incluso en vecindarios considerados seguros. La combinación de viviendas amplias, calles tranquilas y la presencia de figuras públicas ha hecho que estas zonas se conviertan en un blanco frecuente para grupos que buscan robos rápidos y silenciosos.

Lo que queda claro es que, aunque la situación pudo haber tenido un desenlace mucho peor, Sandra Levin logró mantener la calma necesaria para salvar su vida. Su valentía y sangre fría se han convertido en el centro de esta historia, que hoy genera reflexión sobre seguridad, prevención y la fragilidad de la intimidad incluso en los hogares más protegidos.