
Del 18 de julio al 11 de agosto, Mercurio entra oficialmente en su temido —aunque transformador— periodo retrógrado, con una influencia que se extiende desde finales de junio hasta casi finales de agosto. ¿El escenario astrológico? Un torbellino de confusiones, retrasos y malentendidos, especialmente en temas de comunicación, tecnología y viajes. Los signos más impactados: Leo, Tauro, Acuario y Escorpio. Pero tranquilos, esto no es una sentencia, sino una oportunidad.
Durante estas semanas, la recomendación universal es evitar decisiones importantes como firmar contratos, lanzar proyectos o comprar aparatos tecnológicos. Las fallas técnicas, los correos extraviados y las discusiones sin sentido están a la orden del día. También los viajes pueden volverse un campo minado de retrasos y cambios inesperados. ¿La clave para no volverse loco? Anticiparse, revisar todo dos veces y no tomarse nada demasiado personal.
En cambio, este es el momento perfecto para mirar hacia adentro. Reorganizar tu agenda, reconectar con personas del pasado, terminar asuntos pendientes o simplemente poner en pausa lo que no fluye. Si te lo tomas con filosofía, Mercurio retrógrado puede ser un excelente aliado para hacer limpieza emocional, mental y hasta digital.
Así que respira, ponte en modo “edición” y deja el modo “producción” para más adelante. Porque aunque este tránsito puede parecer un caos cósmico, también te da la oportunidad de hacer las cosas mejor, con más claridad y menos prisa. Y si algo se rompe… tal vez no necesitabas conservarlo.