
Este jueves 21 de agosto, Millie Bobby Brown y su esposo, Jake Bongiovi, compartieron una de las noticias más hermosas de sus vidas: han adoptado a su primera hija. En una publicación conjunta en redes sociales, acompañada de una delicada ilustración de un árbol, anunciaron con ternura: “Este verano dimos la bienvenida a nuestra dulce bebé mediante la adopción. Estamos muy emocionados de comenzar este hermoso nuevo capítulo de la paternidad con tranquilidad y privacidad”. Cerraron el mensaje con ternura y complicidad: “Y luego había 3. Con amor, Millie y Jake Bongiovi.”
La actriz, de apenas 21 años, explora ahora un rol que había visualizado desde muy joven. En una entrevista previa, compartió que “mi mamá tuvo a su primer hijo a los 21 años y mi papá a los 19”, y que ella siempre sabía que quería ser madre tal como lo fue su madre. A la pregunta sobre cómo imaginaba su familia, respondió con sinceridad: “Mi hogar está lleno de amor para cualquiera y cualquier cosa. Esa es nuestra filosofía. Queremos que nuestra casa sea un lugar donde todos se sientan bienvenidos”. Para Jake, criar juntos era un sueño compartido, pero con la condición de “espérate hasta que estemos casados”. Ahora, ese anhelo es una realidad que la pareja abraza con emoción.

El amor que envuelve la noticia es tan auténtico como la trayectoria de Millie. Protagonista de Stranger Things, productora, y embajadora de UNICEF, ha construido una carrera sólida sin perder su esencia. En tanto, Jake, hijo del icónico Jon Bon Jovi, ha comenzado a forjar su camino en el mundo del modelaje y la actuación. Juntos, forman una pareja que combina juventud, convicciones claras y la capacidad de transformar sueños en realidad.
Con este tierno anuncio, Millie y Jake confirman que su historia no solo está dirigida al estrellato; también abraza la intimidad, la familia y el amor verdadero. “Y luego había 3.” —esa frase refleja el inicio de su capítulo más conmovedor hasta ahora.