Selena Gomez y Benny Blanco volvieron a acaparar miradas en una de sus contadas apariciones públicas en Los Ángeles. La pareja fue vista disfrutando de una cena en el exclusivo restaurante Sushi Park, acompañados por amigos cercanos. Como es habitual, Selena deslumbró con un look sobrio y elegante: un trench negro clásico y ballerinas, mientras que Benny apostó por una vibra relajada con camisa polo azul cielo, pantalones beige y mocasines. Una imagen que destila complicidad, elegancia y naturalidad, reflejo del momento que viven.

Aunque la pareja anunció su compromiso en diciembre de 2024, han dejado claro que no tienen prisa por llegar al altar. Benny, en una reciente entrevista, explicó que tanto él como Selena están inmersos en múltiples proyectos: grabaciones de series, lanzamientos musicales, videoclips, podcast y más. Esto ha pospuesto los planes nupciales, pero no ha enfriado el entusiasmo. Su visión de boda es clara: algo íntimo, relajado y auténtico, con invitados selectos como Ed Sheeran y una atmósfera muy personal.

Selena ha mencionado en varias ocasiones su preferencia por mantener ciertos aspectos de su vida privada alejados de los focos. Incluso ha admitido que una gran ceremonia la haría sentir algo incómoda, especialmente en momentos tradicionales como el baile con su padre. Esta honestidad ha sido parte del encanto de la relación: una pareja poderosa que se muestra humana, sencilla y sincera en un mundo saturado de filtros y expectativas.

Mientras los planes se acomodan, ellos siguen disfrutando de momentos cotidianos con un toque de ternura: desde picnics con comida rápida favorita, como Taco Bell, hasta salidas discretas por la ciudad. Su historia parece guiada por una consigna clara: el amor no necesita prisa, pero sí presencia, autenticidad y un toque de buen gusto. Y en eso, Selena y Benny son expertos.