
El legendario actor Sylvester Stallone sorprendió recientemente al señalar que Demolition Man (1993) es una de las cintas más subestimadas de su carrera. Aunque en su estreno recibió críticas mixtas, el intérprete asegura que el largometraje ha resistido el paso del tiempo y que su visión futurista resulta hoy más vigente que nunca.
Stallone explicó que la película, dirigida por Marco Brambilla, anticipaba un mundo aparentemente pacífico pero lleno de contradicciones sociales, un escenario que, según él, se asemeja cada vez más a la realidad actual. “Es una de las pocas películas que se mantiene firme y que parece estar a punto de cumplirse”, comentó, destacando la relevancia de su mensaje.
El actor también reveló que durante el rodaje realizó dos de las acrobacias más arriesgadas de su carrera, una en la escena de congelación criogénica y otra en una estructura metálica de gran altura. Ambas exigieron un nivel extremo de concentración y riesgo físico, reafirmando su compromiso con la autenticidad de la acción.
Además, Stallone elogió la energía de su coprotagonista Wesley Snipes, quien interpretó al villano Simon Phoenix. Recordó que las peleas fueron tan intensas que ambos utilizaron protecciones para recibir golpes reales, lo que aportó mayor realismo a las escenas de combate.
Con el paso de los años, Demolition Man ha ganado estatus de película de culto gracias a su mezcla de acción, sátira y reflexión social. Su narrativa futurista y sus secuencias de riesgo extremo la han convertido en un título que merece ser revisitado bajo una nueva perspectiva.
La confesión de Stallone rescata del olvido a una cinta que, más allá de la acción, ofrece una mirada visionaria sobre el futuro. Demolition Man se reafirma como un filme adelantado a su tiempo, con escenas memorables y un mensaje que sigue resonando tres décadas después.