La edición 2025 del Festival de Cine de Venecia dejó claro que Kathryn Bigelow continúa estando un paso por delante en el cine de alta tensión: su nuevo thriller político, Una casa llena de dinamita, recibió una ovación de pie de 11 minutos y se convirtió en uno de los estrenos más esperados del año. La película, que firma la dirección, vuelve a la primera línea tras sus Oscar por The Hurt Locker y Zero Dark Thirty, y propone una historia que fusiona geopolítica, drama humano y una cuenta regresiva que mantiene al espectador al borde del asiento. Escrita por Noah Oppenheim, la historia se sitúa en los veinte minutos anteriores al posible impacto de un misil nuclear no identificado sobre territorio estadounidense, donde líderes políticos y militares deben tomar decisiones que podrían cambiar el destino del mundo.

La protagonista, Olivia Walker, encarnada por Rebecca Ferguson, es una oficial de alto rango en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca, encargada de rastrear la fuente del ataque y evitar una catástrofe global. A diferencia de otros thrillers del subgénero, Bigelow evita el maniqueísmo y centra la narrativa en la vulnerabilidad, el caos y la presión extrema que enfrentan quienes manejan el poder ante una crisis sin precedentes. El elenco se completa con Idris Elba, Gabriel Basso, Jared Harris, Tracy Letts, Moses Ingram, Greta Lee y Jason Clarke, con Barry Ackroyd a la dirección de fotografía y Volker Bertelmann, ganador del Oscar por Sin novedad en el frente, a cargo de la música, cuyo pulso sonoro intensifica la sensación de inminencia y desconcierto.

La crítica ha descrito la película como visceral, vibrante y no apta para cardíacos, destacando una puesta en escena nerviosa y un montaje que no da respiro. Bigelow, con su firma estilística, construye una narrativa que evoca los thrillers conspiranoicos de los años setenta, pero actualizada a una mirada contemporánea sobre el miedo, la desinformación y el frágil equilibrio geo-político que define el mundo actual. Una casa llena de dinamita tiene previsto un estreno limitado en cines de Argentina y México el 9 de octubre, y su llegada a Netflix está programada para el 24 del mismo mes. Más que una película, se presenta como una advertencia: en tiempos de incertidumbre, el poder no siempre tiene respuestas y el reloj, en efecto, nunca se detiene.