En medio de la controversia que rodea a *Elon Musk, su hija transgénero, Vivian Jenna Wilson, ha dado un paso firme en la industria de la moda, demostrando que su identidad y talento están por encima de cualquier crítica. A sus 21 años, Vivian ha debutado como modelo en una campaña de Wildfang, una marca queer que celebra la diversidad y la autoexpresión.

Un debut con un mensaje poderoso

La campaña, lanzada en el marco del Mes del Orgullo, presenta a Vivian con atuendos que reflejan los colores de la comunidad LGBTQ+. En una de las imágenes más impactantes, la joven luce una camiseta con la frase: “Existir no debería ser revolucionario”, un mensaje que resuena con su historia personal.

Además de modelar, Vivian participó en el diseño de una prenda especial cuya venta apoyará a The Trevor Project, una organización dedicada a la prevención del suicidio entre jóvenes LGBTQ+. Su presencia en la campaña no solo marca su entrada al mundo de la moda, sino que también refuerza su compromiso con la comunidad.

El distanciamiento con su padre

Desde que Vivian inició su transición en 2020, la relación con su padre ha sido tensa. En diversas entrevistas, Musk ha expresado su rechazo hacia la identidad de su hija, llegando a afirmar que la considera “muerta”. En respuesta, Vivian ha dejado claro que no desea mantener ningún vínculo con él, eliminando su apellido y construyendo su propia identidad lejos de la sombra del magnate.

En una reciente publicación, Vivian respondió con ironía a los comentarios de su padre, afirmando: “Me veo bastante bien para estar muerta”. Su actitud desafiante ha sido celebrada por la comunidad queer, que la ve como un símbolo de resistencia y autenticidad.

Más que una modelo, una activista

El debut de Vivian en la moda no es solo un logro profesional, sino también un acto de reivindicación. Su historia refleja la lucha de muchas personas trans que buscan reconocimiento y respeto en un mundo que aún enfrenta desafíos en términos de inclusión.

Con cada paso que da, Vivian Wilson demuestra que su identidad no es un obstáculo, sino una fortaleza. Su presencia en la industria de la moda es un recordatorio de que la belleza y el talento no tienen género, y que la verdadera revolución está en ser fiel a uno mismo.